miércoles, 22 de febrero de 2012

Es increíble el efecto que tienen en nosotras los cuentos de hadas:la cenicienta, blancanieves, la bella durmiente...
En todos ellos hay un patrón semejante: una chica cualquiera que se enamora de un príncipe y viven en un castillo felices y comen perdices.
Pero, ¿y la vida real?
¿De verdad podemos encontrar a nuestro príncipe azul que venga y que nos salve cual damisela en apuros?
Aun cuando no lo aceptas o te ríes de esos cuentos infantiles, sigues esperando que tu vida sea tal y como se describe en ellos.
Siendo la sociedad de hoy en día como es, las mujeres no tienen más remedio que salvarse por sí solas a ellas mismas.
Pero por más que se diga que la mujer del siglo XXI es fuerte, independiente y autosuficiente, todas llevamos en nuestro más profundo ser a aquella niña que creía que algún día viviría en un castillo junto a su príncipe.
Dejando de lado los estéreotipos femeninos, dejemos de pretender fingir que no es verdad y ADMITÁMOSLO: nos morimos por conocer a alguien que nos haga sentir a 3 metros sobre el cielo.

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