¡¡¡Qué rápido se le cambia el chip a la gente!!!
Una persona que se supone que ha sido una muy buena amiga tuya de repente.... ¡ni te habla!; otra de pronto te hace digna de su mirada cuando antes sólo te miraba para reirse de ti.
¿¿¿Soy yo o el mundo se ha vuelto realmente loco???
Ya nos habíamos acostumbrado a la idea de que las personas son de una manera a tu cara y de otra a tu espalda.
Pero...¿y ahora?
¿Cómo se supone que debemos actuar con las personas cuando ni siquiera sabemos lo que realmente piensan de nosotros?
Es imposible, o por lo menos muy difícil,  saber en quién confiar, y para aquellos que me digan lo contrario por favor que se quiten el pañuelo de la cara.
Pero una cosa os digo: ante la duda, yo seguiré siendo tal y como soy y a quien le guste bien, y a quien no pues ya sabe lo que hacer. Porque a estas alturas una ya se cansa de tanto fingir...