sábado, 3 de diciembre de 2011

"TENÍA QUE OCURRIR"

Elecciones, elecciones...
Unas buenas, otras malas, otras que sabes que no deberías pero que igualmente las tomas, otras que parecen dejarte sin solución...
Toda la vida se basa en elecciones: qué comer, qué beber, querer o no querer, hablar o callarse, vivir o morir...
Muchos dicen que no elegir sería un alivio, pero y digo yo : ¿Acaso esa no es una elección también?
Es automático e inevitable.
Vivimos de las elecciones y es imposible concebir un mundo sin ellas.
Pero...¿y cómo saber si las elecciones que tomamos son las correctas?
Algunos dirían: "ojalá hubiese una máquina del tiempo que me indicara qué debo hacer".
Pero yo me decanto más por la filosofía de "tenía que ocurrir".
Me refiero a que por muy malas que hayan sido las consecuencias de una decisión errónea, intento vivir con ellas. Es como lo que se dice de: "aprender de los errores del pasado".
Aunque me tome un tiempo, incluso llego a aceptar que esa es la decisión que efectivamente debía haber tomado y, alomejor, me doy por satisfecha con ello. Eso sí, no siempre el hecho de tomar una decisión significa que ñesa sea la correcta, ni a corto plazo ni a largo plazo.
Es como una especie de destino: no digo que esté escrito ni que haya un oráculo como en los mitos griegos, sino que pase lo que pase ocurrirá lo que tenga que ocurrir y nadie puede cambiarlo; tarde o temprano se acabará realizando .

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